Desde el presente año 2020 todas las construcciones llevadas a cabo en España deberán cumplir con los criterios de los Edificios de Consumo Casi Nulo.
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Para cumplir con este objetivo, sabemos que se vienen implementando en construcción distintos protocolos y estrategias de diseño que tienen como fin último conseguir una alta eficiencia energética. Entre estas nuevas maneras de abordar el diseño en edificación, un método que destacamos es el de la Casa Pasiva.
Este tipo de construcción se centra en conseguir altos estándares de confort en el interior de las viviendas generando unas condiciones que requieran una mínima climatización. Esto tiene como consecuencia un ahorro energético considerable respecto a una vivienda tradicional, que oscila entre el 70% y el 90%, si nos fijamos en los valores recogidos por el estándar Passivhaus. El ahorro en este tipo de construcciones es un concepto fundamental, por eso es esencial reducir la demanda de calefacción y refrigeración al máximo.
¿Cuáles son las características de una casa pasiva?
Los puntos claves que debemos atender en una vivienda de este tipo son los siguientes:
- Aislamiento térmico
- Ventanas de alta eficiencia.
- Ventilación con recuperador de calor
- Hermeticidad
- Cuidado extremo de puentes térmicos
Estas construcciones deben incluir un aislamiento térmico óptimo y continuo en toda su envolvente, unas ventanas de alta capacidad aislante (ya que son parte de la envolvente) y con rotura del puente térmico para evitar pérdidas de calor.
La combinación de todos estos elementos hacen que el espacio interior sea muy hermético, de ahí la necesidad de incluir un sistema de ventilación mecánica.
¿Por qué es importante un sistema de VMC?
La gran estanqueidad del interior de las viviendas pasivas hace que las pérdidas sean muy reducidas y sus condiciones interiores muy estables, de manera que se minimizan las necesidades de climatización.
Sin embargo, la gran estanqueidad debe complementarse con una ventilación óptima, de lo contrario el ambiente interior sufriría con toda seguridad problemas de humedad y condensaciones, generando un ambiente viciado y poco saludable, inapropiado para ser habitado. Sin embargo, como decíamos al principio, la casa pasiva sitúa el confort del habitante en el centro de su estrategia, en un entorno sano y seguro. Para conseguir esto necesitamos una temperatura adecuada y una buena calidad de aire interior, por lo que necesitamos una ventilación permanente que no altere los dos factores anteriores.
La ventilación tradicional a través de las ventanas abiertas no está prohibida en una casa pasiva, sin embargo, es importante hacerlo asegurándose de que no supone pérdidas energéticas para la vivienda, lo que es difícil. En cualquier caso, la apertura de las ventanas, aunque resulte poco intuitivo para un usuario de vivienda tradicional, no es necesaria para que una vivienda pasiva esté bien ventilada.
Esto es así porque se cuenta con un sistema de ventilación mecánica controlada que garantiza que las condiciones del aire que respiramos en la vivienda sean las óptimas. La renovación del aire se establece a través de lo que llamamos sistema de Ventilación Mecánica Controlada (VMC). Este método, permite mantener un flujo de aire constante y adaptado a las condiciones interiores, con una mínima energía invertida en ello, lo que hace de este sistema uno altamente eficiente.
¿Cuál es el mejor sistema de VMC?
Entre los sistemas que podemos considerar en una vivienda, el sistema de Ventilación Mecánica Controlada más eficiente es el llamado de ventilación mecánica de extracción y admisión o sistemas de ventilación mecánica de doble flujo.
En el sistema es clave el intercambiador de calor, donde se produce el intercambio térmico de) del aire caliente al aire frío, tanto el invierno como en verano. En este intercambio es básico que ambos flujos de aire (extracción del aire viciado y el aporte de aire exterior) intercambien la energía de una manera estanca, para evitar una contaminación del aire limpio con el aire extraído. Además contamos con el filtrado del aire que se toma del exterior, lo que asegura las mejores condiciones posibles respecto de la calidad del aire interior, rebajando los niveles iniciales de polen, bacterias, polvo, etc.
En este sistema es clave el intercambiador de calor, en el que se regula la temperatura y la humedad del aire inyectado, de manera que el aire acondicionado que se extrae puede ceder su energía al aire limpio que proviene del exterior. En este sistema además contamos con el filtrado del aire que se toma del exterior, lo que asegura las mejores condiciones posibles respecto de la calidad del aire interior, rebajando los niveles iniciales de polen, bacterias, polvo, etc.
Los sistemas de Ventilación Mecánica Controlada mejoran de manera notable cuestiones claves. Por un lado, es un sistema que garantiza la obtención de las mejores condiciones de confort y salubridad en el interior de las viviendas. Por otro, su compromiso con la eficiencia energética lo convierten en una estrategia que va más allá del beneficio individual, para repercutir de manera definitiva en una construcción más sostenible para todos.
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La Unión Europea ha puesto a tu disposición un servicio de ayudas para fomentar la innovación y la sostenibilidad.
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