Hoy queremos hacer especial mención al concepto de casa sostenible, ya que es manejado en una gran variedad de sectores y en cada uno de ellos se incide en diferentes aspectos. También son muchas las entidades y organizaciones que han intentado homogeneizar la definición de la edificación sostenible y han aparecido distintas certificaciones que, en muchas ocasiones, difieren en sus requisitos y fundamentos:
Unos sistemas inciden en la reducción de la energía consumida, otros en la utilización de materiales naturales, en otros sistemas intentan adecuar las construcciones al terreno y a sus características, otros intentan homogeneizar los edificios o construcciones y optimizar el conjunto urbanístico.
Algunos autores, en un intento de aunar todas las visiones, han intentado ampliar la definición de casa sostenible integrando aspectos sociales, económicos y ecológicos. En este sentido se puede destacar la definición aportada por el arquitecto Luis de Garrido que transcribimos: «Una verdadera Arquitectura Sostenible es aquella que satisface las necesidades de sus ocupantes, en cualquier momento y lugar, sin por ello poner en peligro el bienestar y el desarrollo de las generaciones futuras. Por lo tanto, la arquitectura sostenible implica un compromiso honesto con el desarrollo humano y la estabilidad social, utilizando estrategias arquitectónicas con el fin de optimizar los recursos y materiales; disminuir al máximo el consumo energético; promover la energía renovable; reducir al máximo los residuos y las emisiones; reducir al máximo el mantenimiento, la funcionalidad y el precio de los edificios; y mejorar la calidad de la vida de sus ocupantes.»
Muchos de estos conceptos de sostenibilidad son difícilmente medibles. Uno de los pocos parámetros que sería susceptible de aceptar un criterio claro y fácilmente comparable sería el de la energía consumida por la edificación.
Existe normativa de rango europeo que obliga a la construcción de este tipo de edificios.
La Directiva 2010/31/UE relativa a la eficiencia energética de los edificios introduce la obligación a los estados miembros de producir una transición a edificios de consumo de energía casi nulo.
Establece unos plazos concretos para su implantación:
- a más tardar el 31 de diciembre de 2020, todos los edificios nuevos sean edificios de consumo de energía casi nulo, y de que
- después del 31 de diciembre de 2018, los edificios nuevos que estén ocupados y sean propiedad de autoridades públicas sean edificios de consumo de energía casi nulo.
La Directiva obliga también a los estados miembros a disponer de VMC, definición de edificios de consumo de energía casi nulo que refleje sus condiciones nacionales, regionales o locales e incluya un indicador numérico de uso de energía primaria expresado en kWh/m2 al año.
España en el reciente Real Decreto 56/2016, (referente a la eficiencia energética, relativa a: auditorías energéticas, acreditación de proveedores de servicios y auditores energéticos, así como la promoción de la eficiencia del suministro de energía) establece, en su Disposición adicional cuarta, la definición de edificio de consumo de energía casi nulo:
“Se define como edificio de consumo de energía casi nulo, en el ámbito de la Directiva 2010/31/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de mayo de 2010, relativa a la eficiencia energética de los edificios, aquel edificio con un nivel de eficiencia energética muy alto […] . La cantidad casi nula o muy baja de energía requerida debería estar cubierta, en muy amplia medida, por energía procedente de fuentes renovables, incluida energía procedente de fuentes renovables producida «in situ» o en el entorno.”
No parece que haya establecido parámetros claros para poder saber cuánta es la energía que puede consumir o cuántos son los coeficientes de ahorro respecto a edificios modelo. Tampoco se ha establecido hasta la fecha el indicador concreto, obligado por la Directiva, que permita establecer la cantidad de kWh/m2.
A fecha de hoy los mayores problemas en los que se encuentran los distintos profesionales que intentan proyectar un edificio o diseñar sus instalaciones, están en conocer de forma clara qué es un edificio sostenible.
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