Un distribuidor de S&P de Almería nos remite una consulta para la ventilación de una nave dedicada a la serigrafía donde se genera un olor, ocasionado por las tintas empleadas, que es muy desagradable e incluso perjudicial para las personas que allí trabajan.
Tabla de contenidos
1. El problema
Un distribuidor de S&P de Almería nos remite una consulta para la ventilación de una nave dedicada a la serigrafía donde se genera un olor, ocasionado por las tintas empleadas, que es muy desagradable e incluso perjudicial para las personas que allí trabajan.
2. Datos a tener en cuenta
La empresa de serigrafía se encuentra en una nave casi cuadrada de 9 x 7 m, con una altura de 4 m que, en unos altillos del techo, tiene practicadas dos ventanas abatibles.
3. Determinación de las necesidades
No existe ninguna normativa que defina las necesidades de ventilación para la ventilación de una empresa de serigrafía, por lo que el criterio que aplicamos se basa en nuestra experiencia de asesoría técnica.
En este caso práctico en concreto, dado que había mucha concentración de máquinas de serigrafía y el problema era desagradable y perjudicial para los trabajadores, decidimos aplicar un baremo alto y realizar 20 renovaciones hora. Según este criterio, el cálculo de las necesidades de ventilación fue el siguiente:
9 x 7 x 4 x 20 = 5.040 m3/h
4. La solución
Para este caso, tuvimos en cuenta que todos los fabricantes de tintas para serigrafía indican en sus catálogos que el vapor generado por sus productos es más pesado que el aire y, además, que muchas de ellas son nocivas para el organismo. Por lo tanto y según nuestra experiencia vimos que teníamos que plantear un sistema de ventilación «de arriba a abajo» por dos motivos: en primer lugar para no hacer respirar a los operarios los vapores emanados y, segundo, porque la captación en este caso es más fácil en ese sentido al ser el gas más pesado.
Con estas premisas instalamos un extractor en el tejado, cerca de una de las esquinas de la nave, e hicimos bajar un conducto de 500 mm de diámetro hasta 0,5 m del suelo, desde donde aspiraría el aire contaminado mediante dos derivaciones de un diámetro de 315 mm a lo largo de las dos paredes y en las cuales se instalaron 4 rejillas de captación en cada una, de forma equidistante. El aire limpio entraría en la nave a través de las dos ventanas practicables del tejado y de este modo realizaríamos un barrido por toda la nave de arriba a abajo.
El aparato recomendado para este caso fue una caja de ventilación CVT 320/240 de 1,5 CV protegida por un sombrero para intemperie CSC-320 más una visera APC-500.
En el caso de que las ventanas tuviesen que estar cerradas se practicarían aberturas con una superficie libre de al menos 0,35 m2.
Consulta el caso práctico completo «Ventilación de una empresa de serigrafía» en el que encontrarás los productos recomendados y sus características técnicas.