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Atmósferas explosivas en los ámbitos doméstico e industrial

Publicado por S&P          junio 5, 2017          Lectura: 3 min.

Las explosiones son sucesos relativamente frecuentes que en algunos casos han producido enormes y terribles consecuencias,  bien sea en  vidas humanas, heridos o daños materiales.

Lectura: 3 min.

Estamos en presencia de una atmósfera explosiva, o mejor dicho “potencialmente explosiva” cuando el aire está mezclado en determinadas proporciones con elementos inflamables que pueden ser gases, vapores, polvos o nieblas. Para que tenga lugar la explosión es necesario que en esa atmósfera explosiva se produzca la ignición de la mezcla.  Una vez iniciada la combustión, ésta se propaga por sí sola y lo hace de forma extraordinariamente rápida y violenta.

La mezcla de combustible  y comburente (oxígeno del aire) para que sea explosiva debe de estar  en una proporción comprendida entre el LIE (límite inferior de explosividad)  y el  LSE (límite superior de explosividad), si la mezcla es demasiado pobre en combustible (por debajo del LIE) o demasiado rica (por encima del LSE) no habrá posibilidad de explosión.

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Existencia de atmósferas explosivas en el ámbito doméstico 

En las viviendas en las que se desarrolla un etilo de vida normal, la posibilidad de que se forme una atmósfera explosiva proviene principalmente de los combustibles utilizados para cocinar o para la calefacción como el gas natural, butano, propano, gasóleo, alcohol, etc. la mezcla puede formarse por escape, en los casos de los gases o por evaporación, en el caso de los líquidos. Es de destacar una  circunstancia en la que con toda probabilidad se forma una mezcla explosiva: en el interior de los depósitos de gasóleo. Especialmente cuando están vacíos o casi vacíos, en su interior se forma una mezcla explosiva que ha producido relativamente numerosos accidentes al acercar una cerilla o al hacer una reparación del depósito por soldadura.  

Además de los combustibles mencionados, en las viviendas otro riesgo notable son los aerosoles con contenidos diversos que en determinadas circunstancias pueden ocasionar una explosión. Mucho más rara, al menos en circunstancias normales, es la posibilidad de tener una atmósfera explosiva en un domicilio por concentración de polvo. Tal vez en el caso de derribos o de limpiezas de buhardillas con gran carga de polvo pueda llegarse a formar una mezcla explosiva, pero es altamente improbable.

 

Existencias de atmósferas explosivas en el ámbito industrial

En el ámbito industrial las posibilidades de tener una atmósfera explosiva son incontables, las legislaciones sobre riesgos laborales contienen abundante información al respecto. Una enumeración exhaustiva de los riesgos de explosión en la industria excedería el ámbito de este  artículo, pero aunque sea a título indicativo, podemos decir que puede haber atmósferas explosivas: en la industria petrolera y química las posibilidades son innumerables, en las instalaciones de pintura (tanto en polvo como líquida) de la industria general, en las minas, en las plantas de reciclaje, en las de compostaje, en las aserrerías y las fábricas de materiales pulverulentos (piensos, alimentaria, etc) la atmósfera explosiva se forma por concentración de polvo.

Apropósito de las atmósferas explosivas por polvo, éste puede ser de origen orgánico pero también inorgánico, se han producido explosiones por concentración de partículas de aluminio dispersas en el aire e inclusive por partículas de hierro.

Como fuentes de ignición de la mezcla explosiva cabe citar: una llama, una chispa producida por el impacto o roce entre materiales duros, la chispa producida en el interior de un interruptor al ser accionado, etc.

La prevención de las explosiones pasa por utilizar elementos catalogados como antiexplosivos: interruptores, contactores, relés, motores eléctricos, etc. que no produzcan  la ignición de la atmósfera explosiva, pero lo ideal es evitar que esa atmósfera llegue a formarse, ello se logra  en base a una intensa ventilación que mantenga la proporción del combustible en el comburente por debajo del límite inferior de explosividad. La instalación de detectores adecuados nos permitirá controlar y mantener esa concentración en niveles de seguridad.  

Recursos extra:

Normativa ATEX: Atmósferas explosivas

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