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Razones por las que instalar un extractor de humo para chimeneas

Publicado por S&P          febrero 24, 2020          Lectura: 4 min.

Pese a que su funcionamiento es esencialmente el mismo que el de una campana extractora de cocina, no estamos tan familiarizados con el extractor de humo para chimeneas. Son una alternativa muy interesante para mejorar el rendimiento de la propia chimenea y obtener ventajas como la reducción de humos.

Lectura: 4 min.Quizá los extractores de humo para las chimeneas no sean tan populares como otros sistemas de ventilación mecánica del hogar. Sin embargo, las ventajas de su aplicación son numerosas y no están reñidas con, por ejemplo, que el tiro de la chimenea sea más o menos eficiente, ya que puede ser complementario el uso del mismo.

El principal enemigo de los usuarios de chimeneas es la dispersión del humo que se produce durante la combustión, tanto en la estancia donde se asienta el cuerpo de la chimenea, como en aquellas por las que pasa el tiro hasta la salida de humos de la vivienda. 

La dispersión del humo puede ser nocivo para la salud, especialmente para las personas con afecciones respiratorias. Además, es un importante foco de suciedad y olores dentro del hogar, por lo que se convierte en una gran incomodidad.

Finalmente, puede suceder que el tiro de la chimenea no sea el más adecuado, dando como resultado una mala circulación del aire que, a largo plazo, puede suponer unos costes elevados en concepto de reparaciones o mantenimiento.

Es aquí donde el extractor de humos para chimeneas cobra protagonismo, ya que su instalación es una de las mejores soluciones para cualquiera de estos escenarios negativos. 

Tipos de extractores de humo para chimeneas

Las tipologías de extractores de humo para chimeneas están fuertemente marcadas por su funcionamiento y la morfología de la chimenea.

Para una primera aproximación, podríamos categorizar los ventiladores si están motorizados o no. Por otra lado, también veremos cómo cada situación marcará unas necesidades.

Estos son los tres tipos  de extractores de humo para chimeneas más comunes:

  • Extractor de humo con ventilador: se trata de un extractor con un motor eléctrico como el que podríamos tener en la campana extractora de la cocina. Aunque, como es obvio, tienen unas características que los diferencian, el principio es el mismo: aspirar o succionar el humo para conseguir así la evacuación del mismo por la chimenea.
  • Extractor dinámico no motorizado: no necesita de un motor eléctrico para realizar su función. También se les pueden llamar “dinámico”, ya que se valen de la fuerza del aire para mover sus aspas. No requiere de mecanismos externos, pero está condicionado a unas circunstancias concretas para que sea efectivo.
  • Extractor de humo estático: no cuenta ni con aspas ni sistema de ventilación eléctrico. En esta tipología se engloban muchos otros dispositivos, que no son más que prolongaciones de la salida de humos y que bloquean la acción del aire (para que no vuelva el humo al conducto) y facilitar su salida al exterior. 

Sea cual sea el tipo de extractor de humo para chimeneas, debe hacer las funciones de lo que se conoce técnicamente como “sombrerete”. Este elemento, que a veces resulta meramente decorativo, realiza diferentes funciones como evitar la entrada de lluvia (u otros elementos), que ese agua acumule hollín en el cuerpo de la chimenea y, especialmente, que imposibilite la realización de nidos de aves. 

¿Es necesario contar con un extractor de humo en la chimenea?

Es difícil responder a esta pregunta con una conclusión rotunda, ya que todo dependerá de las particularidades de cada situación. De todas formas, nunca estará de más contar con este complemento para hacer más eficiente nuestra chimenea. 

A continuación, entraremos más en detalle en algunos casos donde las circunstancias pueden requerir una u otra solución. 

En primer lugar, hablemos del aislamiento. Si una chimenea no cuenta con el aislamiento adecuado, habrá problemas tanto de filtraciones de humo como de eficiencia (gastaremos más combustible y la chimenea calentará menos). Gracias a la instalación de cualquier complemento (esté motorizado o no), la eficiencia aumentará.

El viento y el tiro de la chimenea son otras dos claves. Evidentemente, si la casa está en una zona de mucho viento, o el tiro no es el más óptimo, la mejor solución será aplicarle a la chimenea un extractor de humo con un ventilador eléctrico

Como nota final, en cualquier escenario, el extractor de humo para chimeneas servirá para mejorar su funcionamiento y mejorar su rendimiento. 

¿Qué cualidades debe reunir un buen extractor de humo?

Para responder esta pregunta, nos centraremos únicamente en el caso de los extractores de humo de tipo eléctrico (también conocidos como motorizados, con ventilador o aspiradores).

En primer lugar, debido a las temperaturas que se generan dentro de la chimenea por la combustión, el humo que asciende por el tiro puede alcanzar unos registros muy altos. Lo normal es que los extractores toleren temperaturas de unos 250° o 300°.

Si la instalación de la chimenea es correcta y la aplicación del extractor adecuada, no intervendrá nunca en la reducción del calor generado, si no del exceso de humo. Asimismo, un buen extractor contribuirá a reducir fácilmente la cantidad de hollín que se acumula en la propia chimenea y en el tiro.

Otras dos cualidades a tener en cuenta es el ruido y la reducción del gasto excesivo. Por eso, es óptimo apostar por aparatos silenciosos y de bajo consumo

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