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Aireador: cómo funciona un aireador y tipos de entradas de aire

Publicado por S&P          enero 14, 2019          Lectura: 4 min.

Un aireador es el elemento que forma parte de las aberturas de admisión de aire en los sistemas de ventilación residencial y que permite la entrada de aire exterior con un caudal que garantice la renovación del aire adecuada para la vivienda.

Lectura: 4 min.

Los aireadores están diseñados de forma que desde el exterior evitan la entrada de agua, polen, polvo e insectos y desde el interior, pueden incorporar elementos como bastidores con el fin de atenuar la posible contaminación acústica ambiental.

¿Es necesario utilizar aireadores en la vivienda?

Una de las últimas modificaciones normativas del Código Técnico de la Edificación, en su Documento Básico sobre Salubridad (DB HS), determina los requerimientos necesarios para que los edificios dispongan de los medios adecuados para que sus recintos puedan ventilarse adecuadamente.

De manera que se eliminen los contaminantes que se producen de forma habitual durante el uso normal de los edificios, se aporte un caudal suficiente de aire exterior y se garantice la extracción y expulsión del aire viciado por los contaminantes.

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Con el fin de cumplir con la normativa y asegurar la correcta ventilación de la vivienda, la normativa actual requiere además que el aire circule desde los locales secos a los húmedos. Así pues, los comedores, dormitorios y salas de estar deben disponer de aberturas de admisión para permitir la renovación del aire en el interior de la vivienda.

Cómo funciona un aireador

La principal función de un aireador en un sistema de ventilación es la de regular de forma automática la entrada de aire en la vivienda. Para su funcionamiento, el aireador dispone de un elemento interior flexible, en los modelos autorregulables, que evita que se produzcan incrementos bruscos en el caudal de aire. Su posición varía a medida que aumenta la presión en sus dos caras, obturando parcialmente la entrada de aire cuando es impulsada por la acción del viento contra la fachada del edificio.

Los aireadores son elementos pasivos de modo que deben instalarse en combinación con un sistema activo de extracción colocado en un local húmedo. El uso de aireadores proporcionará a la vivienda un caudal de aire constante evitando las corrientes de aire propias de la ventilación natural.

Dónde se colocan los aireadores

Los aireadores habitualmente se colocan o en los cerramientos o en las carpinterías y en algunos casos incluso en cajas de persianas o en el mismo vidrio procurando su instalación a una altura del suelo mayor que 1,80 m, evitando así las molestias ocasionadas por la entrada de aire con el objetivo de asegurar el confort de los usuarios.

En función del lugar elegido para su colocación se podrá optar por un modelo u otro ya que existen aireadores disponibles en versión circular o lineal con el fin de adaptarse con facilidad a cualquier solución constructiva.

Su instalación es muy sencilla y su coste relativamente bajo.

Tipos de aireador

Existen distintas clasificaciones de los aireadores. En principio, la más habitual es la que se basa en su modo de funcionamiento y clasifica los aireadores o entradas de aire en:

  • Fijas: elementos que permiten el acceso a través de una superficie abierta sin regulación como la microventilación.
  • Autorregulables: cuando el caudal de aire que circula a través del aireador se mantiene constante. Un elemento interior flexible evita que se produzcan incrementos bruscos de caudal debidos a la presión del viento sobre la fachada del edificio.
  • Higrorregulables: el caudal de aire que circula a través de estos aireadores es variable y depende de la humedad relativa del aire interior. Mantiene abierto totalmente el paso de aire cuando la humedad es elevada y baja la compuerta que incorpora hasta casi cerrarse cuando la humedad relativa interior es baja. Con este tipo de aireadores, no sólo se reduce el gasto energético sino también se asegura la entrada de aire nuevo. La distribución de los caudales entrantes se hace en función de la tasa de humedad relativa y en función de la necesidad de ventilación de cada uno de los locales secos de la vivienda. Esta regulación implica además que el aire no se distribuya de forma homogénea en todas las estancias secas, sino que se reparta en función del número de ocupantes de cada estancia de la vivienda y de su actividad.

Clasificación por lugar de instalación

Otras clasificaciones basadas en el lugar de instalación de los aireadores o entradas de aire los catalogan como:

  • Aireadores de admisión: diseñados para su colocación en las aberturas de admisión en dormitorios, comedores y salas de estar.
  • Aireadores de paso: diseñados  para su colocación en las aberturas de paso entres las estancias secas y húmedas de la vivienda, permitiendo de esa forma la circulación de aire desde las estancias de admisión a las de extracción.
  • Bocas de extracción: diseñadas para la extracción de aire, comunicando el local húmedo con el exterior, directamente o bien, a través de un conducto de extracción.