La contaminación del aire interior, y por tanto la exposición a ciertas sustancias contenidas en el aire que respiramos en nuestras viviendas, oficinas, colegios, estaciones, etc. alcanza su nivel de concentración más alto debido a que pasamos más tiempo en espacios cerrados con el fin de conservar la energía.
Actualizado el 14 de julio de 2023.
Prácticamente todos los hogares y edificios de oficinas son una fuente potencial de cantidades excesivas de uno u otro contaminante tóxico: dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, hidrocarburos, formaldehído, radón, dióxido de azufre, amianto, sin mencionar los químicos contenidos en lacas para el cabello, desodorantes, limpiadores del hogar, hornos, pinturas, pesticidas, productos de lavandería, esmaltes, pegamentos e, irónicamente incluso los ambientadores.
El problema de la contaminación interior aumenta en aquellas edificaciones con aislamientos elevados. En una típica casa «con fugas», parte del aire se intercambia con aire fresco, pero una casa bien sellada puede suponer entre cuatro y diez veces más tiempo reemplazar por completo el aire interior. Esto provoca una enorme acumulación de sustancias potencialmente dañinas para la salud en el aire que respiramos.
Los niveles de contaminación en el aire interior pueden llegar a exceder los límites permitidos en el exterior y en ocasiones, pueden ser tan elevados o incluso mayores que los niveles a las exposiciones industriales permisibles.
Con todo ello, la contaminación del aire exterior es discutida y analizada con regularidad por gobiernos, instituciones y organizaciones internacionales como la Agencia Europea de Medio Ambiente, y sin embargo, la contaminación del aire interior recibe poca atención a pesar del hecho de ser más perjudicial para nuestra salud.
10 consejos para mejorar la calidad del aire interior (IAQ)
La estrategia más efectiva para reducir la contaminación del aire interior es eliminar o reducir las fuentes de contaminantes además de contar con un sistema de ventilación eficiente. A continuación, se incluyen algunos consejos generales para mantener una buena calidad del aire interior:
- Ventilar es importante; aunque parezca obvio, mantener una adecuada circulación del aire en casa siempre que sea posible será la medida más efectiva para mejorar la calidad del aire interior. Existen sistemas de ventilación mecánica que nos permiten renovar el aire de forma inteligente y además ahorrar energía.
- Utilizar purificadores de aire y sistemas de filtración; un purificador de aire puede ayudar a mejorar la calidad del aire en su hogar al capturar incluso los alérgenos y contaminantes más pequeños del aire, como polen, bacterias, partículas ultrafinas, compuestos orgánicos volátiles e incluso olores.
- Evitar condensaciones; a la hora de cocinar o al utilizar el baño lo ideal será utilizar extractores. Disponemos hoy en día de campanas extractoras para la cocina de diversos tamaños, estética y funcionalidades que nos permitirán evitar condensaciones. De la misma forma, en los baños donde en la mayoría de los casos no podremos recurrir a la ventilación natural será aconsejable la utilización de extractores de baño ya que, además de ventilar la estancia de malos olores, impiden la proliferación de moho y bacterias por condensaciones en las paredes, techo y juntas.
- ¿Necesita fumar? Salga; si necesita fumar, hágalo lo más lejos posible de su casa y mantenga las ventanas cerradas para evitar que el humo vuelva a entrar.
- Utilizar sistemas de medición y control; utilice sistemas de medición y control como higrómetros para comprobar que los niveles de humead en la vivienda son los adecuados o sondas de calidad del aire que se encarguen de controlar los niveles de calidad del aire interior, poniendo en marcha automáticamente los equipos de ventilación cuando los niveles de calidad del aire sobrepasen los valores seleccionados.
- Utilizar productos naturales y sostenibles; con el fin de limitar la exposición a compuestos orgánicos volátiles (VOC) que puedan ser peligrosos para la salud será conveniente utilizar productos basados en ingredientes naturales (pinturas y barnices de bajo contenido en VOC, limpiadores domésticos ecológicos hechos con ingredientes naturales como el vinagre, etc.)
- Elimine los olores, no los enmascare; aunque habitualmente asociemos ciertos olores con la sensación de limpieza, si queremos eliminar ciertos olores de nuestra vivienda o estancia, siempre será preferible utilizar ventiladores o ventilación natural a productos químicos o ambientadores.
- Incluya las plantas en su decoración; las plantas de interior pueden ayudar a mejorar la calidad del aire interior de forma natural y efectiva. La NASA recomienda incluso algunas especies para eliminar los contaminantes atmosféricos como la hiedra inglesa, el filodendro, la palma de bambú o el lirio de la paz.
- Realizar un mantenimiento adecuado de las instalaciones; será fundamental mantener a punto y correctamente dimensionados los equipos de climatización y ventilación y asegurarnos de la limpieza de los equipos, filtros, etc. cambiándolos cuando sea necesario según las instrucciones de los fabricantes.
- Evitar en la medida de lo posible el uso de alfombras o utilizar aspiradores de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA) con bolsas desechables y paños de microfibra para eliminar el polvo de la superficie reducirá la exposición a partículas alérgicas o dañinas para la salud.
Dado que nuestro bienestar depende en gran medida del ambiente en el que vivimos y en el que trabajamos, poner en práctica estos consejos nos permitirá disfrutar de un entorno más saludable aunando sostenibilidad y eficiencia energética.