El aire interior de las viviendas tiene una alta presencia de contaminantes derivados de la actividad habitual de los individuos que habitan en ellas: humo y vapor de la cocina, vapor de la ducha, uso de aerosoles, humo del tabaco, etc. Pero también existen otros que se derivan de la propia construcción del edificio.

Tabla de contenidos
La ventilación se presenta como una solución muy efectiva frente a estas concentraciones de contaminantes en el aire interior. Según la ADEME, en los edificios, y particularmente en las viviendas, es donde estamos más expuestos a poluciones peligrosas para la salud.
Tomando de ejemplo algunos de los contaminantes más habituales y presentes en la atmósfera, se puede comprobar cómo la exposición media a éstos en casa o en los edificios es muy superior a la del exterior:
En casa | En otros locales | En el exterior | En el coche | |
Monóxido de carbono | 50% | 41% | 4% | 5% |
Compuestos orgánicos volátiles | 69% | 18% | 3% | 10% |
Dióxido de azufre | 48% | 35% | 15% | 2% |
Fuente: The French Environment and Energy Management Agency – ADEME |
El necesario aumento de la estanqueidad de las construcciones para mejorar los comportamientos energéticos relacionados con el aislamiento térmico, en muchos casos ha dificultado a su vez la ventilación natural de los edificios. Frente a esta situación, se hace necesario contar con sistemas de ventilación que garanticen la salud y confort de los ocupantes.
Exigencias de diseño para los sistemas de ventilación de las viviendas
Con la incorporación del Código Técnico de la Edificación (CTE) a la normativa de edificación se normalizaron los requisitos básicos para garantizar la salubridad del interior de los edificios.
Uno de los requisitos básicos del DB HS 3 para el diseño de los sistemas de ventilación es que el aire debe circular desde las zonas secas a las húmedas. Para que esto suceda, el salón-comedor y las habitaciones deben disponer de aberturas de admisión, por el contrario, los baños y la cocina deben instalar aberturas de extracción.
Las aberturas de admisión, deben situarse a una distancia del suelo mayor de 1,80m y cumplir la norma UNE EN 12207:2000, según la cual si la carpintería exterior es de clase 2, 3 ó 4 deben utilizarse aberturas dotadas de aireadores o aperturas fijas de la carpintería. Sin embargo, si la carpintería es de clase 0 ó 1 pueden utilizarse como aberturas de admisión las juntas de apertura. Por otro lado, si la vivienda tiene instalado un sistema de ventilación híbrido, las aberturas de admisión deben comunicar directamente con el exterior.
En las zonas húmedas se recomienda colocar la abertura de extracción encima del foco de contaminación como por ejemplo l el inodoro. Cada conducto de extracción debe disponer de un aspirador mecánico situado después de la última abertura de extracción en el sentido del flujo del aire. Varias conductos pueden compartir un mismo aspirador exceptuando el caso de la cocina, que debe tener una ventilación específica.
Consideraciones adicionales del DB HS 3 para los sistemas de ventilación de viviendas
Además de las consideración respecto al diseño, las aberturas de ventilación en contacto con el exterior deben evitar la entrada de agua de lluvia. A su vez los conductos deben tener un acabado que dificulte su ensuciamiento y facilite su mantenimiento.
Las especificaciones indicadas en este apartado de la normativa tienen como meta final conseguir la mayor vida útil del sistema de ventilación y garantizar así la correcta renovación del aire.