Cuando, desde la perspectiva de la calidad del aire, se habla de políticas de prevención de riesgos laborales y de mejora del bienestar en los centros de trabajo, suele ponerse el foco en aquellas medidas que se refieren a controlar el ambiente en una situación de normalidad. Sin embargo, es igual de importante que una empresa cuente con sistemas adecuados para poder reaccionar ante adversidades que son más frecuentes de lo que parece, como los incendios. En este sentido, la Norma UNE 23585 de control de humos es esencial, porque se fija justo en el factor que más víctimas provoca: la inhalación de humo producto de la combustión, que es altamente tóxico.
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Novedades en la Norma UNE 23585 de control de humos
La aparición de la Norma UNE 23585 de control de humos supuso un significativo avance en materia de instalación de sistemas de control de temperatura y evacuación de humos (SCTEH). Pero conviene tener presente que se trata de un ámbito que está en continuo proceso de evolución, de ahí la importancia de actualizar este tipo de legislación para ir incorporando los nuevos avances y descubrimientos que se producen, siempre teniendo claro que el objetivo de estos sistemas es la protección y seguridad de las personas.
Respecto a la normativa vigente con anterioridad, la norma UNE 23585 del año 2004, la revisión de 2017 se ha elaborado atendiendo a cuatro ejes de mejora:
- Adaptarse a los avances tecnológicos y científicos constatados en el seno del Comité Europeo de Normalización dedicado a este ámbito, el CEN TC191/SC1.
- Aportar soluciones que permitan que los SCTEH respondan a las nuevas necesidades y tendencias en construcción y edificación, sin que se reduzcan los niveles de seguridad y las prestaciones en lo que se refiere al control de humos.
- Aclarar todos los aspectos que generan confusión a la hora de dimensionar los sistemas de control de humos.
- Unificar los criterios que se emplean como parámetros para calcular las dimensiones de los SCTEH.
Cambios de los requisitos establecidos en la Norma UNE 23585
A la hora de analizar la nueva propuesta de la Norma UNE 23585, lo más importante es fijarse en las aportaciones que afectan a las tres categorías principales de esta normativa:
Los requisitos de diseño
Nos referimos en este apartado a las modificaciones planteadas en la Norma UNE 23585:2017 con el objetivo de eliminar la divergencia de criterios que hasta ahora se utilizaban para dimensionar los sistemas de control de humos. Es decir, la idea es que se pueda contar con un método de cálculo más objetivo y que evite la disparidad de planteamientos y diseños entre los técnicos consultados. Ahora se establecen cuatro tablas que recogen los distintos modelos de incendios, teniendo en cuenta aspectos como la existencia o no de rociadores y la altura crítica de almacenaje o apilado de productos.
En cada uno de los modelos de incendios establecidos, además, se especifican los parámetros que se tienen que valorar para el diseño del SCTEH. Son tres:
- El área del incendio.
- El perímetro del incendio.
- El flujo de calor que se libera.
Los requisitos operacionales
Esta es una de las áreas en las que mayores diferencias se aprecian entre la anterior Norma UNE 23585 y su actualización de 2017. En concreto, en lo que se refiere al uso indistinto de sistemas de evacuación de humos mediante aireadores naturales o mecánicos. Esta nueva versión se alinea con lo establecido en el Código Técnico de la Edificación y en el RIPCI.
Uno de los puntos en los que incide la nueva normativa es en la necesidad de que la entrada de aire de reemplazamiento no genere turbulencias que afecten al depósito de humos. Para regularlo, incluye limitaciones concretas respecto a la velocidad máxima del aire, dependiendo de la distancia entre la entrada y la base de la capa de humos.
El impacto de las influencias externas
En esta reforma de la Norma UNE 23585, no se ha dejado de lado un factor tan decisivo como es la influencia de los fenómenos meteorológicos cuando se habla de control de humos. Especialmente, hay tres elementos condicionantes:
- El viento: dependiendo de su intensidad, puede provocar un efecto de succión o de sobrepresión que afecte a los puntos de entrada de aire y salida de humos.
- La temperatura exterior: se sustituye la referencia a la Norma Europea EN 1991-2-5 por la que figura en la tabla E-1 del DB-SE-AE.
- La nieve: se establece como criterio de valores de carga de nieve los establecidos en la DB-SE-AE a través de su tabla E-2, frente a los anteriores (Norma Europea EN 1991-2-3).
Esta última actualización de la Norma UNE 23585 ha servido para paliar muchos de los problemas que su antecesora causaba a la hora de diseñar e implantar los SCTEH. Sin duda, para garantizar la calidad del aire, será interesante seguir con interés cualquier avance futuro que se produzca en un ámbito tan importante como es el del control de humos.