Las rejillas de ventilación regulable tienen un objetivo principal; optimizar los sistemas de ventilación y, por ende, la ventilación del espacio. Este artículo te guía a través de sus variados tipos y usos, diferenciando entre sistemas de flujo simple y doble, y destacando cómo pueden mejorar la calidad del aire y eficiencia energética en tus estancias.
Tabla de contenidos
Actualizado el 30 de octubre de 2023.
Su característica principal es precisamente tener la capacidad de regular el caudal el aire asumido por dicha rejilla. Por tanto, este tipo de rejillas nos permiten tener un mayor control de la ventilación de la estancia en la que están instaladas.
Sin embargo, dentro del concepto rejillas de ventilación regulable, se encuentran varios tipos que podemos identificar y diferenciar entre sí en función de sus características y su aplicación.
Rejillas de ventilación fijas
Antes de ver las rejillas de ventilación regulables, es importante aclarar conceptos y conocer las diferencias entre dichas rejillas y las de tipo fijo.
Las rejillas fijas permiten la circulación de aire, pero no tienen la capacidad de controlar este caudal. Este es el principal punto diferencial con las del tipo regulable, las cuales sí pueden regular la cantidad de aire.
Bocas autorregulables
Este tipo de rejillas permiten, junto a un regulador incorporado, mantener el caudal de aire constante, independientemente de la depresión.
El caudal constante de aire debe ser marcado previamente para que el flujo sea continuamente el establecido.
Bocas higrorregulables
Este tipo de rejilla regulable incorpora el prefijo ‘higro’ debido a que su actividad varía en función de la humedad.
El funcionamiento varía en función de la humedad, es decir, la rejilla tiene la capacidad de detectar el nivel de humedad en un momento concreto y, en función de este, variar y establecer un caudal de aire determinado. Su ubicación principal se sitúa en las cocinas, cuartos de baños y aseos coincidentemente con las zonas más húmedas.
Tienen ciertas ventajas con respecto a las rejillas autorregulables y, por consiguiente, las rejillas fijas. La principal superioridad es la facultad de modificar el caudal de aire en situaciones que lo necesitan. Por tanto, en unas condiciones de humedad en las que la ventilación debería ser superior, la rejilla higrorregulable podría alcanzar el caudal necesario mientras que el resto de rejillas no.
Simple flujo o doble flujo
Esta es la principal diferenciación en el sistema de ventilación empleado. Ambos tipos buscan el mayor confort para el espacio y en ambos se pueden emplear rejillas regulables. Por lo tanto, es importante saber diferenciarlos con claridad.
Sistema de ventilación de flujo simple
El aspecto diferenciador de este sistema es la acción de expulsar aire viciado desde el interior hacia el exterior. Es un sistema que se encarga de sustraer el aire contaminado del interior, pero no introduce aire limpio del exterior. Este condicionante implica que el aire deba ser renovado a través de rendijas, ventanas, puertas y porosidades del edificio, así como bocas de entrada de aire limpio para garantizar la renovación de aire y permitir la extracción del aire viciado.
Sistema de ventilación de doble flujo
Este sistema tiene la ventaja de que no solo extrae el aire viciado de un espacio o local sino que también introduce aire limpio. Además, frecuentemente, este sistema trata el aire de entrada de diversas formas, entre las que podemos destacar:
- Filtrado: filtro del aire para evitar el acceso de polvo, insectos y otro tipo de partículas no deseadas al interior del local.
- Calefacción: esta acción se realiza para evitar la introducción de aire muy frío del exterior. El calefactado del aire se suele realizar mediante resistencias eléctricas, baterías de agua caliente o bombas de calor.
- Refrigeración: al contrario que en el anterior punto, en este caso el aire de entrada se enfría a través de una batería de enfriamiento.
- Recuperación de calor: se utiliza para transferir el calor o frío del aire expulsado al aire de entrada. Este sistema no solo recupera el calor o frío, sino que además desemboca en un significativo ahorro energético.
- Humidificación o deshumidificación: el objetivo de este tratamiento del aire es quitarle o añadirle humedad para adaptarlo a los estándares de confort buscados.
Rejillas de ventilación regulable aplicadas al sistema de Flujo Simple
Como hemos visto, la diferencia entre flujo simple y doble flujo es amplia. En el segundo caso, las ventajas obtenidas son numerosas y hemos podido conocerlas (de forma general) en el apartado anterior.
Sin embargo, el flujo simple es más limitado y nos parece apropiado mostrar algunas de las ventajas que se obtienen al emplear rejillas regulables en este sistema:
- Mejora la calidad del aire interior gracias a su funcionamiento permanente.
- Control del caudal de aire en función de las necesidades de ventilación y extracción de cada local.
- Ahorro energético al poder regular la extracción y/o entrada de aire.
- Eliminación de la condensación presente en locales húmedos gracias a la capacidad de controlar la humedad y limitarla a unos parámetros de confort (rejillas higrorregulables).
- Son rejillas compactas y ligeras por lo que la seguridad y durabilidad son mayores.
Existe un mayor número de beneficios derivados del uso y aplicación de este tipo de rejillas, pero hemos querido mostrar algunos de los principales, relativos a su funcionamiento, que desembocan en ambientes más saludables y confortables.