Más personas, más tiempo sin salir, mayor actividad. Si algo nos han demostrado estos meses en que todos nos hemos quedado en casa es la importancia de tener nuestros hogares bien acondicionados. No es solo una cuestión de la dimensión de nuestra vivienda, la distribución de espacios o la comodidad del mobiliario. Pasar más horas en casa hace imprescindible que atendamos a la calidad del aire interior que vamos a respirar.
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Todo lo que afecta a la calidad del aire en el hogar
Los factores que contribuyen a deteriorar esa calidad del aire interior son muchos y muy variados. Por supuesto, los materiales de edificación y de nuestro mobiliario pueden desprender sustancias tóxicas, entre otros, los denominados COV (Compuestos Orgánicos Volátiles). Pero, sobre todo, son las actividades que desarrollamos en el interior de nuestras casas las que contaminan el aire. El mero hecho de respirar ya implica un aumento de los niveles de CO2 y, como consecuencia, la necesidad de renovar el aire para cuidar nuestra salud. Además, virus, bacterias y otros microorganismos aumentan su presencia cuantas más personas convivamos y más horas pasemos en casa.
El impacto del teletrabajo en la calidad del aire interior
Dentro de la Unión Europea, las recomendaciones empiezan por adquirir siempre aparatos que cuenten con la etiqueta Ecolabel o el certificado Energy Star estadounidense, para asegurarnos de que son artículos elaborados con materiales sostenibles y que respetan los estándares ecológicos. Así, se reduce la posibilidad de que desprendan COV que contaminen el aire interior del espacio donde estén siendo utilizados.
La ventilación mecánica, el mejor aliado del teletrabajo
Cualquier pequeña medida que adoptemos para reducir el impacto negativo del teletrabajo en la calidad del aire interior del hogar es bienvenida. Sin embargo, la única forma de garantizar un verdadero ambiente saludable pasa por ventilar el espacio de teletrabajo. Se pueden abrir ventanas, claro está, pero es un gesto que interfiere en el confort térmico y, en alguna ocasión, ya hemos explicado la relación entre éste y la productividad. Teletrabajar con sensación de frío o calor provoca una sensación de incomodidad que dificulta la capacidad de concentrarse o prestar toda la atención a las tareas que se están realizando.
Así que, igual de importante que invertir en una silla ergonómica o en muebles que permitan teletrabajar cómodamente, también conviene hacerlo en un sistema que garantice una adecuada calidad del aire en el hogar. Respirar un aire viciado repercute en la salud, provocando desde dolores de cabeza hasta alergias o problemas respiratorios.
Se podría optar por algún aparato de filtrado del aire. Sin embargo, los sistemas realmente eficaces son los que proporcionan una completa renovación del aire, es decir, un sistema de ventilación mecánica. Con estos dispositivos, se extrae el aire contaminado y se aporta el consiguiente flujo de aire limpio. Todo ello dentro de los más exigentes niveles de eficiencia energética. Incluso los hay que incorporan un recuperador de calor que sirve, a la vez, para mantener una temperatura constante y adecuada para desarrollar cualquier actividad cómodamente desde casa.
Para hacer compatibles salud y teletrabajo solo hace falta tomar algunas medidas de sentido común. Sin duda, compensa invertir en la instalación de un sistema de ventilación mecánica para la vivienda. No solo le sacaremos partido al teletrabajamos, sino que este sistema mejorará el aire del interior de forma permanente, beneficiando a todos los habitantes de la casa.
