Existe cada vez una mayor concienciación social sobre la necesidad de controlar nuestro consumo de energía, un consumo que, por regla general es mayor del realmente necesario, tanto en viviendas, como en oficinas, industrias y comercios.
Tabla de contenidos
Por ello, la eficiencia energética, entendida como la práctica que nos enseña a realizar un consumo eficiente de la energía, se ha convertido en un concepto imprescindible no sólo en términos de ahorro económico y sostenibilidad ambiental sino también en un elemento necesario para la mejora de la competitividad en el ámbito industrial.
En este post, trataremos sobre las auditorías energéticas como herramienta fundamental para fomentar un consumo de energía responsable y sostenible ya que, además del ahorro energético y económico, las auditorías energéticas favorecen la conservación del medio ambiente al disminuir las emisiones de gases contaminantes, como resultado indirecto del menor consumo de combustibles.
En qué consiste una auditoría energética
Las auditorías energéticas son el instrumento de análisis y estudio del consumo energético de un edificio, un proceso, un sistema, etc. que nos dará las claves y oportunidades necesarias para mejorar su rendimiento. Es decir, mediante las auditorías energéticas podremos optimizar la eficiencia energética de cualquier proceso, sistema del edificio, etc. manteniendo las mismas condiciones de servicio y confort.
Para la realización de este análisis será necesario tener un conocimiento preciso del consumo del edificio y de sus instalaciones, tanto en sus aspectos técnicos como en los económicos y sólo a partir de estos datos, se podrán planificar e identificar las medidas de mejora y su viabilidad económica.
Pero, ¿cuáles deben ser los principales objetivos de una auditoría energética?
- Reducir el consumo energético.
- Mejorar el impacto ambiental mediante la reducción de emisiones de CO2
- Reducir el gasto económico.
- Mejorar el nivel de servicio y confort.
- Mejorar el comportamiento energético de las instalaciones con un mayor control de los equipos.
Quién puede realizar una auditoría energética
Tras la publicación en febrero de 2016 del RD 56/2016 se establece que:
Las auditorías energéticas deberán ser realizadas por auditores energéticos debidamente cualificados. Esta cualificación se obtendrá a través de dos vías:
- Estar en posesión de una titulación universitaria u otras licenciaturas, Grados o Máster universitarios en los que se impartan conocimientos en materia energética.
- Tener los conocimientos teóricos y prácticos sobre auditorías energéticas entendiendo que poseen dichos conocimientos las personas que acrediten alguna de las siguientes situaciones:
1) un título de FP o certificado de profesionalidad incluido en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales cuyo ámbito competencial incluya materias relativas a la energía.
2) tener reconocida una competencia profesional adquirida y reconocida por experiencia, de acuerdo con lo estipulado en el Real Decreto 1224/2009.
En cualquiera de estos dos últimos casos se debe acreditar un curso de conocimientos específicos de auditorías energéticas impartido por una entidad reconocida por el órgano competente de la comunidad autónoma correspondiente.
Cómo se realiza una auditoría energética
Bien para conseguir el certificado energético de un edificio o bien para realizar la auditoría energética de una empresa, los pasos a seguir en estos procesos serán muy similares en cuanto al procedimiento a seguir.
Antes de nada, será preciso entrevistarse con el cliente para conocer sus necesidades y establecer unos objetivos. Además, será necesaria una visita previa al edificio o empresa en la que se vaya a realizar la auditoría para conocer las instalaciones y características lo que permitirá realizar una planificación del trabajo, mucho más adecuada.
Durante la primera fase de una auditoría energética, el auditor deberá recopilar toda la documentación y datos relativos al edificio o empresa. Se podrán solicitar:
- Datos completos sobre el edificio: ubicación geográfica, zona climática, información sobre cerramientos exteriores contenida en el proyecto, planos constructivos generales de alzado…
- Planos y especificaciones de los sistemas de iluminación y alumbrado
- Especificaciones, ubicación y planos de las instalaciones de climatización (calefacción, refrigeración y ventilación)
- Esquemas de los sistemas de calefacción, refrigeración, A.C.S. y ventilación.
- Inventario de los principales equipos de dichos sistemas de climatización con sus características técnicas, potencias nominales…
- Datos de consumo tanto de electricidad como de combustibles
- Facturas de suministros energéticos
- Certificados de mediciones de rendimientos de las calderas
Equipamento recomendado para realizar una auditoría energética
Posteriormente, se realizará el trabajo de campo en el edificio o empresa con el objetivo de validar toda la información recogida y realizar las mediciones y controles necesarios con el equipamiento tecnológico adecuado. Algunos de los equipos más utilizados en la medición y toma de datos en una auditoría energética son:
- Luxómetro; sirve para medir la iluminancia en lux sobre una superficie o a una distancia determinada, es decir, medir el nivel de iluminación<.
- Analizador de redes eléctricas; sirve para medir directamente o bien para calcular, diferentes parámetros eléctricos de una red eléctrica: tensión, intensidad, potencia, factor de potencia, etc.
- Analizador de gases de combustión; sirven para medir los parámetros que caracterizan la combustión en equipos que utilizan combustibles, bien líquidos, sólidos o gaseosos, como por ejemplo las calderas. Nos proporciona la información sobre los gases de combustión: rendimiento de la combustión, nivel de exceso de aire, concentración de oxígeno, monóxido de carbono…
- Termohigrómetros y medidores (sondas) de CO2; el primero sirve para medir la humedad relativa del ambiente y la temperatura. La sondas o medidores de CO2 son equipos que miden la concentración de este contaminante en el interior de una estancia, normalmente en ppm (partes por millón).
- Caudalímetro; sirve para medir el caudal de un fluido a través de un conducto: agua y aire en este caso. Suelen colocarse en línea con la tubería que transporta el fluido.
- Cámara termográfica; sirven para mostrar mediante una imagen la radiación de calor (luz infrarroja) de un objeto. Con estas cámaras se pueden detectar las diferencias de temperaturas superficiales causadas por humedades, puentes térmicos, interrupciones del aislamiento térmico, infiltraciones de aire, pérdidas de calor y frío en conductos, etc.
Para la realización de una correcta auditoría será imprescindible conocer el rendimiento de las instalaciones y ello solo será posible a partir del análisis los datos recogidos que nos darán la información necesaria sobre la demanda energética del edificio o la instalación y la cantidad de energía utilizada para cubrir esa demanda.
En la última fase de una auditoría energética se realizará un informe con la situación y conclusiones del estado actual del edificio, instalaciones o sistemas. Dicho informe, deberá contener, además, la propuesta de medidas a realizar para mejorar la eficiencia energética y reducir el gasto energético necesario para cubrir la demanda y, por último, se detallará la inversión económica necesaria y el periodo de retorno de la inversión.
Será conveniente que todas las mejoras propuestas sean evaluadas y ordenadas según la cantidad de ahorro obtenido en función de su rentabilidad.