Conocer el tipo de filtro de campana extractora que más se ajusta a nuestras necesidades no solo puede suponer la correcta ventilación del habitáculo y la eliminación de olores, sino un importante ahorro energético, y en definitiva, un menor gasto en el sistema de limpieza.
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Actualizado el 30 de junio de 2023.
Son muchas las posibilidades en cuanto a instalación de campanas extractoras se refiere. Para empezar, el primer aspecto a tener en cuenta es si se trata de una campana para uso doméstico (la que sería instalada en un hogar) o de campanas industriales (las que serían instaladas en, por ejemplo, un bar, un hotel o un restaurante).
Señalamos esta dicotomía pues hoy hablaremos de los filtros destinados al uso familiar, es decir, a las campanas extractoras habitualmente instaladas en hogares. Los filtros se pueden dividir en dos grandes categorías:
- Salida de humos o aspirantes, las más habituales.
- Sin salida de humos o filtrantes.
Independientemente del uso que vayan a recibir, las campanas extractoras son un elemento esencial a la hora de mantener una buena calidad del aire. Para todo ello, encontrar el filtro adecuado es un paso principal para establecer los niveles requeridos de salubridad de la vivienda (así como el máximo confort).
Cuál es la función de los filtros de campana extractora
Hoy en día la cocina no solo tiene un carácter funcional – como lugar donde almacenamos y procesamos los alimentos – sino que en muchos casos adquiere también el matiz de lugar de reunión de familia o amigos. Por todo ello, los diseños de las campanas extractoras están cada vez más pulidos y estudiados, para cumplir además con una función estética.
Entre los elementos de los que se compone una campana, uno de los más relevantes son los filtros. Si bien la campana extractora absorbe y sirve de canal para expulsar malos olores y gases acumulados durante – sobre todo – el cocinado, los filtros son dispositivos concebidos para retener y disminuir la concentración de partículas en suspensión.
Generalmente, es más popular la instalación en hogares de campanas extractoras con salida de humos. De forma muy básica, su función es la de extraer humos y olores y enviarlos al exterior de la vivienda. Aquí los filtros de la campana son metálicos y visibles. Es lo que se conoce como campanas con salida de humos o aspirantes.
Por otro lado, hay campanas extractoras que no expulsan el aire, sino que realizan un reciclado o recirculación del aire. Aquí hablaríamos de campanas sin salida de humos o filtrantes. En este caso, lo más normal es que cuenten con el filtro metálico visible y, en el interior, uno no visible de carbón activo que absorbe grasas y partículas que generan olor.
Filtros visibles
Aquellos filtros de campana extractora que se ubican en la parte exterior, por lo general son extraíbles y ofrecen la posibilidad de que sean limpiados por el usuario, evitando así la compra de piezas de reemplazo. Están compuestos por materiales metálicos y su composición hará variar la efectividad frente a ciertos tipos de cocinado, por ejemplo, el uso intensivo de fritos con aceite.
ITE Arquitectes nos recuerda que el documento DB HS del CTE (Código Técnico de Edificación) obliga a que las viviendas construidas a partir de 2006 cuenten con campana extractora. En concreto, dice así:
Las cocinas deben disponer de un sistema adicional específico de ventilación con extracción mecánica para los vapores y los contaminantes de la cocción. Para ello debe disponerse un extractor conectado a un conducto de extracción independiente de los de la ventilación general de la vivienda que no puede utilizarse para la extracción de aire de locales de otro uso.
Entre los diferentes tipos de filtros de campana extractora visibles, encontramos los siguientes:
- Filtro de lamas de acero inoxidable: muchísimo más habituales en hostelería, son extremadamente duraderos y fáciles de limpiar.
- Filtro de mallas: los más comunes en el entorno doméstico. Suele componerse de un sándwich de varias capas de malla metálica que retiene eficientemente la grasa. Si el cocinado de fritos es frecuente, es recomendable su limpieza a menudo, lo cual no suele ser problema debido a que la mayoría pueden lavarse incluso en el lavavajillas.
- Filtro combinado: como su propio nombre indica, se trata de un filtro de mallas tras el que se encuentra otro de lamas de acero inoxidable. Pese a tratarse de una fórmula más exigente para la limpieza y reciclado del aire de la cocina, es más raro de encontrar y, por lo tanto, requiere un desembolso mayor.
Filtros no visibles
En aquellos casos en los que no se puede realizar una vía para la salida de humos, ya sea por las circunstancias de la cocina en sí misma, o por cualquier otro condicionante, existe la alternativa de campanas extractoras con filtros no visibles. Igualmente pueden estar presentes en campanas con salidas de humos, en casos en los que se realiza una recirculación del aire.
Los filtros de carbón activo y los filtros de grasa son los más populares en el mercado, en cuanto a los no visibles, pero existen otros tipos que comentaremos para concluir. Además, los filtros de carbón activo y de grasa pueden utilizarse en combinación con los filtros visibles comentados arriba, pero solo es recomendable en casos muy concretos debido a que eleva el coste total de la instalación.
El filtro de carbón activo actúa de la siguiente forma: se encuentran en el interior de la campana y están diseñados para las campanas de reciclado del aire. Retienen humos y malos olores para devolver un aire limpio. En algunos casos se recomienda reemplazar pasados seis meses, mientras que algunos modelos son “regenerativos”, es decir, que podremos limpiarlos.
Estos filtros pueden componerse de una “manta” compuesta de este carbón activo, y se le conoce como filtro de manta; o de una malla con bolitas de este material, en cuyo caso lo llamamos filtro de gránulos. En el primer caso, obtenemos unos resultados menos exigentes que en el segundo, pero reduciremos la inversión o el gasto.
La segunda tipología de filtros no visibles más comunes son los llamados filtros de grasa. Lo normal es que se sitúen en una pieza interior, aunque se pueden comprar en piezas que después habrá que cortar e integrar detrás de los filtros metálicos visibles. Están compuestos de una tela que retiene la grasa y no son reutilizables.
Existen otros dos tipos de filtros no visibles, menos populares y generalmente destinados a usos profesionales o industriales. Algunos ejemplos son los filtros depuradores electrostáticos y los filtros de ozono, en ambos casos, sistemas complejos que incluso incluyen algunos de los filtros comentados anteriormente, solo como una parte del todo.