El mantenimiento y acceso al sistema de ventilación en edificios es necesario, no sólo para su correcto funcionamiento, sino también en términos de eficiencia energética, seguridad y salud. Para conseguir que este sea efectivo a largo plazo, este se ha de prever desde la fase de diseño, sobre todo debido a las limitaciones de espacio en edificios altos.
Tabla de contenidos
Se deben diseñar cuidadosamente la ubicación de los conductos, unidades de tratamiento de aire y puntos de acceso, con el objetivo de facilitar las tareas de inspección, limpieza y reparación, así como para minimizar la interrupción de las actividades diarias del edificio durante las operaciones de mantenimiento.
Importancia del mantenimiento de sistemas de ventilación en edificios altos
Los sistemas de ventilación en edificios altos se encargan de mantener una calidad de aire interior óptima, regulando la temperatura, humedad y eliminando contaminantes.
Aunque un diseño eficiente y una gestión automatizada es garantía de un buen funcionamiento, el mantenimiento regular, limpieza e inspección de estos sistemas es esencial. Es necesario para prevenir problemas de acumulación de partículas, de cara a evitar bajadas de rendimiento, averías y así prolongar la vida útil de los equipos.
El CTE HS3 obliga a realizar mantenimiento de los equipos con una periodicidad mínima dependiendo de los distintos elementos:
Elemento | Operación | Periodicidad |
---|---|---|
Conductos | Limpieza | 1 año |
Conductos | Comprobación de la estanqueidad aparente | 5 años |
Aberturas | Limpieza | 1 año |
Aspiradores híbridos, mecánicos y extractores | Limpieza | 1 año |
Aspiradores híbridos, mecánicos y extractores | Revisión del estado de funcionalidad | 5 años |
Filtros | Revisión del estado | 6 meses |
Filtros | Limpieza o sustitución | 1 año |
Sistemas de control | Revisión del estado de sus automatismos | 2 años |
Acceso a los sistemas de ventilación en edificios en altura
El acceso a los sistemas de ventilación en edificios altos presenta retos únicos debido a las limitaciones de espacio y la complejidad de las instalaciones. Los espacios entre plantas suelen ser reducidos, lo que dificulta la instalación y el mantenimiento de los conductos y equipos. Además, la altura del edificio añade complejidad a la hora de acceder a ciertos componentes del sistema, especialmente en los pisos superiores.
Los arquitectos e ingenieros deben estudiar cómo proporcionar un acceso seguro y eficiente para el personal de mantenimiento. Esto incluye la planificación de rutas de acceso, la instalación de plataformas de trabajo y la incorporación de tecnologías que faciliten la inspección remota. Esto requiere soluciones innovadoras y una planificación desde primeras fases para garantizar un acceso seguro y eficiente a todos los elementos del sistema de ventilación. Algunas estrategias claves son:
- En lugar de un sistema centralizado con grandes conductos verticales, considerar el uso de sistemas de ventilación descentralizados, donde cada planta o zona cuenta con su propio equipo de ventilación.
- Optar por trazados de conductos con mínimas curvas y transiciones ayuda a reducir pérdidas de carga. Se recomienda el uso de transiciones suaves y un enfoque aerodinámico para maximizar el espacio utilizable y mantener la eficiencia del flujo de aire.
- Implementación de sistemas de ventilación modulares y flexibles que permitan un fácil acceso y reemplazo de componentes.
- Se recomienda dividir el sistema de ventilación en compartimentos accesibles, que permitan intervenciones en zonas específicas sin necesidad de interrumpir el sistema completo.
- Instalación de puertas de acceso a lo largo de los conductos principales, preferentemente en zonas comunes o falsos techos, para permitir inspecciones y limpiezas periódicas.
- Uso de paneles desmontables en falsos techos y paredes, así como la instalación de equipos en unidades más pequeñas y manejables.
- Tecnologías de monitorización remota y diagnóstico predictivo puede reducir la necesidad de inspecciones físicas.
Estrategias y mejores prácticas en el mantenimiento de sistemas de ventilación
Para garantizar un mantenimiento efectivo de los sistemas de ventilación en edificios altos con espacio reducido, es fundamental implementar una serie de estrategias y mejores prácticas. Algunos puntos clave a tener en cuenta son:
- Limpieza de conductos y aberturas: se deben realizar limpiezas periódicas de los conductos de ventilación para eliminar la acumulación de polvo, suciedad y otros contaminantes. En edificios altos, se pueden utilizar robots de limpieza especializados o sistemas de cepillado neumático para acceder a áreas de difícil acceso.
- Inspección regular de equipos: se deben realizar inspecciones periódicas de todos los componentes del sistema de ventilación, incluyendo ventiladores, filtros, y unidades de tratamiento de aire. En edificios altos, se pueden utilizar drones equipados con cámaras de alta resolución para inspeccionar áreas de difícil acceso.
- Limpieza de filtros: la limpieza o reemplazo regular de los filtros es clave para mantener la calidad del aire y la eficiencia del sistema. En edificios altos, se pueden implementar sistemas de filtración modular que permitan un fácil acceso y reemplazo. Además, el uso de filtros de alta eficiencia y larga duración puede reducir la frecuencia de mantenimiento necesaria.
- Verificación de niveles: Es importante comprobar regularmente los niveles de presión, caudal de aire, CO2, temperatura y humedad relativa para asegurar su funcionamiento óptimo. En edificios altos, se pueden instalar sensores inalámbricos en puntos estratégicos que transmitan datos en tiempo real a un sistema de gestión centralizado. Esto permite detectar rápidamente cualquier desviación de los parámetros normales y facilita el mantenimiento predictivo.
- Puntos de fuga: en edificios altos, se pueden utilizar cámaras termográficas y pruebas de presión para identificar puntos de fuga en conductos de difícil acceso. Además, el uso de selladores de alta durabilidad y la implementación de juntas flexibles en puntos críticos pueden ayudar a prevenir fugas futuras.
- Automatización: La implementación de sistemas de control automatizados puede mejorar significativamente la eficiencia del mantenimiento en edificios altos. Estos sistemas pueden monitorear continuamente el rendimiento del sistema de ventilación, ajustar parámetros en tiempo real y alertar al personal de mantenimiento antes cualquier cambio.
- Monitorización: el uso de sensores distribuidos estratégicamente por todo el edificio, recopilan datos en tiempo real sobre la calidad del aire, la temperatura, la humedad y el rendimiento del sistema de ventilación. Esta información se puede analizar mediante algoritmos avanzados para detectar patrones anormales y predecir posibles fallos.
Mantenimiento predictivo y proactivo: dos estrategias con un mismo fin
Más allá del diseño del sistema de ventilación y sus diferentes componentes, así como las acciones de inspección y reparación que se puedan realizar, existen dos estrategias que pueden ayudar a optimizar el mantenimiento y mejorar la eficiencia operativa de los sistemas de ventilación en edificios altos: el mantenimiento predictivo y el proactivo.
Por un lado, el mantenimiento predictivo, se basa en el uso de sistema de monitorización como catalizador. A partir de los datos proporcionados, como por ejemplo caudal de aire, calidad del aire o niveles de CO₂, podemos detectar cambios en el funcionamiento del sistema.
Cuando estos cambios son bruscos o inesperados, por mínimo que sean, podemos implementar un plan de acción para averiguar qué está ocurriendo y tomar medidas preventivas antes de que se produzca una avería.
Por otro lado, el mantenimiento proactivo se basa más bien en ver qué puntos del sistema tienen margen de mejora y optimizar su funcionamiento. Esto implica analizar regularmente el rendimiento del sistema, identificar áreas de ineficiencia y proponer mejoras proactivas. En lugar de esperar y realizar mantenimientos al uso, se busca la mejora constante para evitar problemas.
Por ejemplo, se pueden implementar actualizaciones tecnológicas, como la instalación de ventiladores más eficientes o la optimización de los algoritmos de control, para mejorar la eficiencia energética y el rendimiento general del sistema. También se puede recomendar sustitución proactiva de componentes que se acercan al final de su vida útil, aunque aún no hayan fallado, o la implementación de mejoras en el diseño del sistema para abordar ineficiencias identificadas.
Desde Soler & Palau te recomendamos implementar una estrategia activa de mantenimiento que permita anticiparse a posibles problemas y optimizar el rendimiento del sistema de ventilación a largo plazo. Si necesitas asesoramiento técnico no dudes en contactar con nuestro equipo de expertos.