La preocupación de las autoridades por asegurar la calidad del aire interior en los entornos industriales tiene su traslación en las distintas legislaciones sobre este asunto que se han aprobado. Para tener una visión completamente actualizada de la normativa de ventilación industrial, hacemos un repaso de las principales normas y las líneas maestras de su contenido.
Tabla de contenidos
Objetivo de la implantación de sistemas de ventilación industrial
Antes de analizar las normas sobre ventilación industrial, no está de más recordar por qué se instalan sistemas de ventilación mecánica en estos espacios. Estas son las principales razones:
- Garantizar una adecuada calidad del aire. Si este objetivo es una necesidad en cualquier espacio interior, en aquellos en los que se realizan actividades especialmente contaminantes o que generan altas concentraciones de sustancias tóxicas es imprescindible.
- Establecer unos sistemas fiables de medición y control constante de los niveles de salubridad, en los que se analicen factores como la humedad o la concentración de partículas.
- Contribuir al confort térmico en aquellos interiores en los que así lo establezca la normativa sobre ventilación industrial.
- Evitar la propagación de patógenos que se podrían introducir por vía aérea.
Además, la filosofía de la construcción pasiva también se traslada a las edificaciones dedicadas a la actividad industrial. Por lo tanto, las normas sobre ventilación industrial recogen exigencias en lo que se refiere a eficiencia energética y ventilación.
Normativa sobre ventilación industrial en espacios con actividad laboral
Antes de indagar en las normas específicas que regulan los distintos tipos de espacios industriales, hay que recordar que todos aquellos en los que se realiza una actividad laboral deben cumplir los requisitos mínimos en cuanto a ventilación general, establecidos en el Real Decreto 486/1997. En concreto, lo detallado en el apéndice 5: “Calidad del aire interior. Ventilación de los lugares de trabajo”.
Con esta norma se regulan las condiciones ambientales que implican un riesgo para la salud de los trabajadores en lo que se refiere a la contaminación ambiental. Por un lado, se establecen unas tablas en las que se clasifican los principales agentes contaminantes que con más frecuencia afectan a la calidad del aire en los centros de trabajo. Por otro, se establecen métodos de medición de la calidad del aire y, finalmente, se regula la exigencia de una ventilación que garantice unos requisitos mínimos de aireación general aplicables a cualquier lugar de trabajo:
- 30 m3/h por trabajador en actividades sedentarias realizadas en ambientes no calurosos ni contaminados por el humo del tabaco.
- 50 m3/h por trabajador para el resto de casos.
Normas generales sobre ventilación industrial
Aparte de la relacionada con el ámbito laboral en aquellos supuestos que sea aplicable, también hay que fijarse en lo que recogen las Notas Técnicas de Prevención (NTP). En concreto, la Norma UNE-EN 13779, de septiembre de 2005, que es la que se refiere a la ventilación de edificios no residenciales. En todo caso, conviene recordar que las NPT constituyen una especie de guía o manual de consulta, pero que no son vinculantes ni de obligado cumplimiento.
Sin embargo, el valor concreto de la UNE-EN 13779 es que ha servido de sustento para la elaboración del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) que sí tiene que ser considerado parte de la normativa de ventilación industrial. Básicamente, lo que se indica es que cualquier sistema de ventilación que se instale en un edificio terciario o no residencial debe tener en cuenta los siguientes factores:
- Su objetivo debe ser doble: garantizar la calidad del aire interior y prevenir sobre una elevada concentración de contaminantes. Para conseguirlo, puede utilizarse un sistema de ventilación mecánica o uno híbrido, pero nunca será suficiente con el uso exclusivo de la ventilación natural.
- Debe cumplir con la clasificación de calidad del aire, según categorías que se establece en el RITE, lo que se conoce como clasificación IDA.
- Los filtros y pre-filtros que se utilicen en los sistemas de ventilación industrial deben ajustarse a lo que se recoge en la UNE-EN 13779:2008, que establece unos requisitos mínimos de filtración teniendo en cuenta la calidad de aire que se quiera alcanzar y el tipo de aire exterior (ODA).
Un caso específico: las naves industriales
Dentro de la normativa de ventilación industrial, es cierto que no se desarrolla ningún apartado sobre las condiciones de ventilación que se exigen en las naves industriales. Sin embargo, se trata de espacios en los que debe cuidarse al máximo la calidad del aire, ya que se dedican habitualmente a actividades con un alto impacto contaminante; además, con el peligro añadido de que suelen convivir con oficinas, talleres y otras estancias en las que sí es obligatoria la instalación de sistemas de renovación de aire y de climatización.
Sin duda, una de las recomendaciones más interesantes es que, dadas las lagunas que pueden encontrarse en materia de normativa sobre ventilación industrial para determinado tipo de empresas o construcciones concretas, consulta al departamento de asesorías de una empresa de ventilación.
