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¿Qué es la ventilación por impulso? Características y ventajas

Publicado por S&P          septiembre 14, 2020          Lectura: 3 min.

Los sistemas de ventilación por impulso se han popularizado en aparcamientos, pese a ser una técnica pensada originalmente para la ventilación en túneles. Hoy revisamos aquí sus principales características, los elementos que los conforman y sus más destacables ventajas.

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La ventilación de espacios como aparcamientos, ya sean comerciales, de viviendas u oficinas, entraña uno de los casos más particulares en esta materia. Además de su naturaleza específica (ubicación, construcción, etcétera) cuentan con la característica concreta de ser un espacio en el que se mueven personas y vehículos.

El aire se contamina por las emisiones de los productos de combustión de los vehículos y es necesario contar con sistemas de ventilación adecuados para que estos aparcamientos sean limpios y cuenten con una buena calidad del aire.

En los últimos años se ha establecido en España la tendencia de instalar sistemas de ventilación por impulso en aparcamientos, en sustitución de otros sistemas tradicionales. Este es nuestro tema de hoy: cómo funciona y cuáles son las características de la ventilación por impulso.

¿En qué consiste? 

Tradicionalmente, en España la ventilación mecánica de aparcamientos se realiza con sistemas de conductos. Presenta ciertas problemáticas, como la dificultad en ocasiones de evacuar humos, dificultades de coordinación con otros sistemas y, en general, requiere un mantenimiento más complejo y costoso.

La ventilación por impulso, sin embargo, elimina prácticamente la totalidad de conducto y le otorga el protagonismo total a los ventiladores denominados jet fans. Estos, también conocidos como ventiladores de impulso, se distribuyen por el interior del recinto. Su objetivo es realizar un barrido horizontal con la velocidad necesaria para que se dirija el aire desde los puntos de aportación de aire exterior hasta los de extracción. Estos puntos se colocarían generalmente en zonas opuestas del recinto para poder generar una correcta ventilación cruzada.

El principio sobre el que se basa el concepto de los ventiladores de impulso es el de descargar una pequeña cantidad de aire a una velocidad muy alta. La consecuencia es el movimiento de una  gran cantidad de aire a una velocidad baja. Esta técnica lleva años aplicándose en los sistemas de ventilación longitudinal propios de los túneles. Aquí se busca la creación de un frente de aire con la suficiente velocidad para generar una tendencia de barrido para ventilar la zona deseada.

De forma general, en caso de incendio, durante la evacuación de ocupantes se activarán los equipos de extracción y aportación, y los jet fans se mantienen apagados. De esta forma se evita perturbar la capa de humo, y esta se mantiene a nivel alto. Una vez finalizada la evacuación, los jet fans operan a alta velocidad para transportar el humo caliente hacia los puntos de extracción.

En definitiva, estos sistemas permiten cumplir, en caso de incendio, una triple función: 

  • Se evacúa el humo de forma eficaz y eficiente
  • Se facilita la intervención de los equipos de emergencias
  • A la vez, se facilita la evacuación de las personas presentes en el aparcamiento.

Elementos de un sistema de ventilación por impulso

Salvo en casos muy concretos, como aparcamientos abiertos sobre rasante, el sistema de ventilación por impulso requerirá de ventiladores de extracción. Estos son los encargados de generar el movimiento de aire en el interior del aparcamiento, mediante la depresión generada. En ocasiones será necesario instalar también ventiladores para la aportación de aire fresco.

Para evitar que, en su recorrido desde la aportación hasta la extracción, el aire siga el camino de menor esfuerzo, entran en juego los protagonistas de este sistema; los ventiladores de impulso o jet fans. Estos serán los encargados de distribuir el aire por todo el aparcamiento, evitando la aparición de zonas de estancamiento de aire, y dirigirlo hasta la extracción. Pueden servir tanto para ventilación diaria de contaminantes o escenarios de incendio, y se dividen en dos tipologías:

  • Helicoidales o axiales de geometría tubular, para “soplar” sobre viales de circulación o plazas de aparcamiento.
  • Centrífugos: de bajo perfil para aparcamientos de altura reducida. Su pluma con componente descendente ayuda a ventilar adecuadamente los aparcamientos de mayor altura. Para “soplar” sobre viales de circulación.

Para un ambiente más seguro y una mejor calidad del aire, junto con los elementos más funcionales del sistema de ventilación por impulso, se añaden otros de detección y control. Es el caso de los sensores de detección, que “avisan” al control de sistema de posibles eventos como un aumento de los niveles de gases nocivos o un incendio. El control activará las partes del sistema que sean necesarias, y en el modo en que sea necesario, en función del evento.

Los sistemas de ventilación por impulso se pueden complementar con sistemas de presurización de escaleras. Esto, por un lado, garantizará la seguridad de las personas que acudan a estas vías de escape que, por otro lado, estarán libres de gases nocivos y serán seguras para su evacuación. En definitiva, ambos sistemas facilitarán una evacuación más segura en caso de incendio, y un mejor acceso a los servicios de intervención.

Aplicación práctica conductos de aire