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Ventilación y renovación del aire interior en los edificios

Publicado por S&P          diciembre 21, 2016          Lectura: 3 min.

Sabemos que las normativas relacionadas con la calidad del aire interior en los edificios y viviendas y las relacionadas con las instalaciones térmicas de los edificios regulan las necesidades de ventilación de las distintas estancias, marcando los caudales necesarios, las tipologías de las aberturas de entrada y salida o las configuraciones de los sistemas de ventilación natural o mecánica.

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Pero, ¿debemos ventilar sólo por cumplir unas normas establecidas?

La ventilación es una necesidad de primer orden si pretendemos tener un ambiente saludable en los lugares que habitamos o en aquellos en los que trabajamos.

 

¿Por qué debemos ventilar?

Los materiales utilizados en algunas ocasiones para la construcción o decoración de los lugares de trabajo o de las viviendas pueden desprender en algunas ocasiones productos nocivos para los ocupantes.

También el ambiente interior se deteriora con las sustancias expelidas por las personas que los ocupan: el monóxido de carbono producido en los ciclos de respiración o los gases desprendidos de los distintos procesos metabólicos como el metano se van almacenando en las distintas estancias.

Estas sustancias pueden proceder tanto de los propios materiales utilizados como de la propia actividad metabólica de los ocupantes. Además cuando la humedad se incrementa en los espacios interiores, producto de la transpiración de las personas y de las instalaciones de climatización utilizadas, se pueden llegar a producir condensaciones en los cerramientos interiores que, si se prolongan en el tiempo, permiten la proliferación de hongos y bacterias que pueden producir distintas enfermedades en los usuarios de estos espacios y procesos alérgicos relacionados con el asma y las dificultades respiratorias.

Para evitar todas estas circunstancias es necesario ventilar adecuadamente los espacios interiores de las zonas que habitamos y de aquellos espacios en los que trabajamos.

renovacion aire interior

Y además, no se debe dejar en manos de la preocupación diaria de los ocupantes esperando que abran o cierren puertas y ventanas de forma periódica. Se deben establecer distintas aberturas de entrada y de salida que permitan la adecuada renovación del ambiente interior.

Extraemos el aire viciado por los locales más húmedos y permitimos la entrada de aire limpio desde el exterior  por las estancias más secas, bien mediante sistemas de ventilación natural, bien por sistemas mecánicos o híbridos.

Ventilar es necesario pero ha de realizarse con conocimiento. En ciertos periodos del año, cuando necesitamos calefactar los espacios para lograr una temperatura de confort adecuada, puede que estemos vertiendo al exterior el calor que tanto esfuerzo nos cuesta generar e introduciendo aire limpio, y frío, al interior. Estamos desperdiciando en cierta manera el calor que hemos producido previamente.

¿Cómo hacerlo adecuadamente?

Para evitar estas situaciones existen los recuperadores de calor. Permiten incrementar la eficiencia energética global de nuestra vivienda o edificio,  ya que utilizan el aire caliente que se extrae del edificio para precalentar todo lo posible el aire del exterior en invierno. De la misma forma en los procesos de enfriamiento también se logra un ahorro energético poniendo en contacto el aire fresco extraído del interior con el aire limpio, pero caliente, inyectado del exterior.

Mediante un intercambiador de calor, que puede ser de flujo cruzado, de flujo paralelo o de flujo rotativo en función de cómo entran en contacto las dos corrientes de aire, se consiguen rendimientos bastante elevados que pueden rebajar la factura energética sustancialmente.

El rendimiento de los recuperadores, que puede rondar hasta el 95%, dependerá de dos factores fundamentalmente: El caudal y la diferencia de temperaturas del interior y del exterior.

Cuanto más pequeña sea la diferencia entra las temperaturas de los dos tipos de aire menor será el rendimiento del recuperador. Haciendo un estudio concreto de cada instalación y dependiendo de las características concretas del recuperador se llega a elegir el equipo más adecuado.

Estos recuperadores también son aprovechables en verano cuando lo que se necesita, además de la ventilación, es refrescar, en la medida de lo posible, los ambientes, con la incorporación de un by pass.

Éste se activará cuando la temperatura exterior sea inferior a la interior, evitando el módulo del intercambio y permitiendo aportar aire a la temperatura exterior, algo muy útil por ejemplo en las noches de verano.