El término bioclimático hace referencia a la bioclimatología o disciplina que estudia la relación entre el clima y los seres vivos. En este contexto, podríamos decir que la arquitectura bioclimática se refiere al aprovechamiento de las condiciones medioambientales en beneficio de las necesidades de los usuarios de una vivienda. Para ello, será necesario diseñar los edificios de forma estratégica con el objetivo de conseguir el máximo confort térmico con el mínimo consumo energético.
Tabla de contenidos
Elementos a tener en cuenta en la arquitectura bioclimática
A la hora de diseñar un edificio, este tipo de arquitectura se basa en las condiciones climáticas del entorno con el fin de aprovechar los recursos disponibles con el menor impacto ambiental y con el objetivo de obtener el menor consumo energético posible para la vivienda.
Para ello, la arquitectura bioclimática tiene en cuenta una serie de elementos:
Las condiciones del suelo
La elevada inercia térmica del suelo produce un efecto climático que puede ser aprovechado en este tipo de arquitectura ya que amortigua y retarda la variación de temperatura que se produce entre el día y la noche. El semienterramiento de edificios o de alguna de sus fachadas puede contribuir a aprovechar la capacidad de acumulación calorífica del suelo y además, hay que tener en cuenta que una capa de tierra puede actuar como aislante adicional.
La instalación de pozos canadienses formaría parte también del aprovechamiento de las condiciones del suelo en este tipo de construcciones ya que son sistemas de geotermia, y por tanto renovables, que permiten un aprovechamiento de la energía del subsuelo.
La orientación
En una vivienda construida según el concepto bioclimático, la captación de energía como fuente de climatización será uno de los elementos de mayor importancia, aunque no el único, por su impacto directo en el consumo energético de la vivienda. De esta forma, la orientación de las envolventes transparentes hacia el sur, dejando que la radiación solar pueda penetrar a través del vidrio calentando los elementos del interior, permitirá aprovechar esa energía en los meses de invierno. En cambio, la orientación de las fachadas opacas hacia el norte contribuirá a evitar pérdidas de calor. Esto siempre teniendo en cuenta las coordenadas de nuestro país.
La utilización de sistemas de captación orientados adecuadamente y otros sistemas de aislamiento como persianas, toldos, contraventanas e incluso la ubicación de cierta vegetación y árboles en el entorno, también permitirán controlar de forma más precisa la climatización de la vivienda optimizando la eficiencia de los sistemas y reduciendo, por tanto, el consumo energético de la misma.
El aislamiento y los materiales empleados en la construcción
La utilización de un adecuado aislamiento tanto térmico como acústico es uno de los factores más importantes en cualquier construcción pero además, en la arquitectura bioclimática, tanto el aislamiento como los materiales contemplados en el diseño deben ser sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
Con respecto al aislamiento térmico, en viviendas de uso habitual será conveniente colocarlo hacia el exterior. Esto contribuirá a mantener la temperatura interior. Disponer de una envolvente con gran masa térmica situada dentro del aislamiento sirve, a su vez, para conseguir almacenar la energía.
En cuanto a los materiales idóneos, debemos tener en cuenta que las viviendas con elevada masa térmica se comportan manteniendo una temperatura sin variaciones bruscas, relativamente estable frente a las condiciones externas. Así, materiales de construcción pesados como el hormigón, la piedra natural o el ladrillo pueden actuar como una eficaz masa térmica. Además, son apropiados para este tipo de construcciones.
Sistema de ventilación
El sistema tradicional de tiro térmico con control de caudal y temperatura cobra sentido en este tipo de viviendas, pero es de difícil diseño y limitante a la hora de la construcción. En cambio, la ventilación mecánica controlada puede aportar a la vivienda bioclimática las condiciones óptimas para los usuarios en términos de renovación y calidad del aire con el objetivo conseguir elevados niveles de salubridad.
Además, también puede aportar la climatización necesaria para un óptimo confort térmico si la construcción ha seguido fielmente el resto de los parámetros anteriores, en cuanto a orientación, aislamiento, etc. El uso de estos sistemas de ventilación previene además de los problemas de humedad, moho y proliferación de ácaros y otros elementos contaminantes del ambiente interior.
Sistemas de enfriamiento evaporativo
En aquellos casos en los que la vivienda esté ubicada en un lugar con un clima cálido y seco podría ser necesaria la utilización de algún sistema para refrescar el ambiente. Los sistemas de enfriamiento evaporativo son idóneos para enfriar el aire en las viviendas bioclimáticas ya que utilizan el agua como refrigerante, y son sistemas que proporcionan un mayor ahorro energético que los sistemas de enfriamiento tradicionales con un menor impacto medioambiental.
En esencia, la arquitectura bioclimática intenta armonizar la construcción con el medio ambiente optimizando los recursos naturales con el fin de cubrir nuestras necesidades de confort con el mínimo consumo energético. Algo tan sencillo como realizar un consumo racional de los recursos naturales y de la energía, reduciendo nuestro impacto en el medio ambiente.
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