Las naves industriales son lugares habituales de trabajo en los que suelen producirse problemas de ventilación. Desgraciadamente, la ventilación de estas naves normalmente se encuentra obsoleta debido al paso del tiempo, o bien no funciona, o directamente, brilla por su ausencia.
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Normativa
Si bien es cierto que no existe un reglamento claro respecto a las naves industriales, la calidad del aire es algo esencial y que debe respetar unos mínimos para que el trabajador respire un aire adecuado dentro de las posibilidades de la nave. Existe un único Decreto en el que la normativa contempla las naves industriales, el RD-427. En este Decreto, con unos años de antigüedad, se detalla que en las naves industriales se debería aplicar una renovación de 30 m3/h por trabajador en caso de una nave en la que no existen humos de tabaco, mientras que se aplicarían 50 m3/h por trabajador en caso de encontrarse en una nave industrial con problemas de humos.
La ventilación propuesta por esta norma suele ser cuantitativa y cualitativamente insuficiente puesto a que podemos encontrarnos perfectamente en una nave industrial con un ambiente muy viciado en la que trabajan 20 personas y la nave en cambio es de 2000 m2. Lógicamente, los valores que maneja el RD-427 suelen ser, por tanto, insuficientes.
Recomendaciones para la ventilación en naves industriales
En consecuencia, se propone realizar un número de renovaciones/hora al volumen determinado a ventilar el recinto, sustituyendo la totalidad del aire interior un determinado número de veces cada hora. Dependiendo del volumen de la nave y de las condiciones de la misma, este número de renovaciones/hora podría variar entre 4-10 renovaciones/hora.
Por ejemplo, en naves de pequeño volumen donde tengamos un ambiente muy viciado se podrían aplicar directamente 10 renovaciones/hora, mientras que en naves industriales que tienen como actividad la de almacenar producto y que suelen ser de gran dimensión, suele ser suficiente aplicando 4 renovaciones/hora.
Diseño del sistema de ventilación
En el diseño de la ventilación de naves industriales es muy importante tener en cuenta la instalación del sistema de ventilación. Para que cualquier sistema de ventilación funcione correctamente, aparte de determinar el caudal necesario y el tipo de ventiladores, hay que prever un punto o puntos por donde ha de penetrar el aire exterior que ha de sustituir al extraído, pero situados de tal manera que la corriente de aire que se creará entre las entradas y los puntos de extracción “barra” la zona afectada, evitando posibles recirculaciones.
Los sistemas de ventilación en naves industriales suelen componerse por uno o varios extractores, que pueden ser ventiladores helicoidales tipo mural, o bien ventiladores helicoidales para instalar en cubierta. Al componerse de una hélice helicoidal o axial, estos tipos de ventiladores trabajan con pérdidas de carga muy pequeñas por lo que su instalación suele recomendarse sin conductos, aspiración y descarga libres. El elemento de entrada de aire natural del exterior suelen ser diversas rejillas, instaladas normalmente en las puertas de la misma nave.
Si se dispone de una nave no diáfana, para que la ventilación sea efectiva y se puedan ventilar todas las estancias, se deberá prever una extracción a través de conductos, por lo que el ventilador deberá ser en este caso, un ventilador centrífugo (normalmente situado dentro de una caja aislante acústica), puesto a que este tipo de ventiladores trabajan con pérdidas de carga elevadas.
Por otro lado, es importante destacar que si existen elementos particulares en la nave que producen humos o gases nocivos, deben de preverse sistemas de captación de humos para cada uno de estos procesos. Un ejemplo podría ser la típica zona de soldadura que disponen muchas naves y que debe tener, además del sistema de ventilación general de la nave, un sistema de ventilación independiente para este proceso.
Finalmente, si en la nave industrial existe una zona de oficinas, en esta se deberá aplicar aquello que considera el RITE.