El acrónimo HEPA, en inglés High Efficiency Particulate Air, hace referencia a un tipo de filtros de aire de alta eficiencia generalmente compuestos por una malla de fibras dispuestas aleatoriamente. Este tipo de filtros son idóneos para retener contaminantes y partículas del aire de muy pequeño tamaño.

Tabla de contenidos
Las fibras que forman este tipo de filtros de alta eficiencia son generalmente de fibra de vidrio y suelen tener un diámetro que oscila entre los 0,5 y los 2,0 µm (micrómetros).
Cómo funcionan los filtros HEPA
Los filtros HEPA son una clase de filtros desechables, secos y generalmente compuestos por fibra de vidrio preparados para eliminar las partículas suspendidas en el aire mejorando la calidad del aire interior y contribuyendo al aumento del confort interior.
En este tipo de filtros, las partículas quedan adheridas a la fibra mediante una serie de mecanismos que serán más o menos efectivos en función del diámetro de las partículas.
- Así, veremos que algunas partículas, en general las de mayor diámetro, quedarán adheridas a la fibra del filtro HEPA por el mecanismo de la intercepción; las partículas que siguen un flujo de aire rozan una fibra y se adhieren a ella.
- Mediante el impacto: algunas partículas no son capaces de evitar las fibras mientras siguen el flujo de aire e impactan directamente con una de ellas. Este efecto va en aumento a medida que disminuye la separación entre fibras y va en aumento la velocidad en el flujo del aire.
- A través del mecanismo de la difusión, las partículas más pequeñas, especialmente las menores de 0,1 µm, colisionan con las moléculas de gas lo que impide y retrasa su paso por el filtro. Es más habitual cuando el flujo de aire es lento.
Dónde se aplican este tipo de filtros de alta eficiencia
Una de la aplicaciones más habituales donde encontrar filtros HEPA son las salas blancas de hospitales y centros médicos, así como las salas blancas industriales. En todas ellas, el nivel de contaminantes del aire (partículas) y los parámetros ambientales (temperatura, humedad, presión, etc.) que se deben seguir son muy estrictos.
Por último, debemos saber que los filtros HEPA también tienen aplicaciones biomédicas ya que evitan la propagación de bacterias y virus a través del aire. Los sistemas de filtrado HEPA con fines médicos suelen incorporar luz ultravioleta de alta energía para eliminar cualquier bacteria viva y virus atrapado por el filtro.
De hecho, algunas de las unidades de filtros HEPA mejor valoradas tienen una eficiencia del 99,995% lo que asegura un elevado nivel de protección contra enfermedades que se transmitan por el aire.
Otra de las aplicaciones en las que habitualmente encontraremos filtros HEPA para la depuración del aire interior es la aeronáutica. En las aeronaves se utilizan estos sistemas de filtración de aire para reducir la propagación de agentes patógenos a través del aire recirculado.
De hecho, un estudio realizado por el Departamento de Transportes del Gobierno de EE. UU. reveló que los niveles de hongos y bacterias encontrados en las cabinas de los aviones son iguales o inferiores a los de un hogar a pesar de ser un espacio mucho más reducido y cerrado.
Estos niveles tan bajos de contaminantes son debidos a la constante recirculación del aire interior de las cabinas de los aviones y la elevada eficiencia de los filtros.
Purificadores de aire
Los purificadores de aire son unos dispositivos que se colocan en una estancia o espacio con el fin de eliminar los contaminantes suspendidos en el aire como los tóxicos, partículas o humo.
El polvo, el polen, el moho, los ácaros, etc. pueden actuar como alérgenos provocando problemas serios de salud en aquellas personas más sensibles. Además, el humo o los compuestos orgánicos volátiles (COV) aumentan las probabilidades de que los habitantes o usuarios de una vivienda puedan experimentar los síntomas característicos del síndrome del edificio enfermo.
Por todo ello, los purificadores de aire, que incorporan filtros HEPA, están preparados para reducir la concentración de todos estos tipos de contaminantes y evitar enfermedades como las alergias, el asma, la dermatitis atópica, la sensibilidad química múltiple, problemas cardiovasculares o EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, entre otras dolencias.
La utilización de purificadores de aire incrementará también los niveles de limpieza, bienestar y confort de nuestro entorno proporcionándonos un ambiente mucho más saludable.
Consideraciones sobre mantenimiento y protección
Debido a su elevada capacidad de retención de partículas, las pérdidas de carga que provocan los filtros HEPA son elevadas. El fabricante del filtro debe declarar el valor máximo admisible de pérdida de carga, que por lo general suele ser de unos 500 a 600 Pa.
Para evitar que el filtro quede saturado en poco tiempo es necesario protegerlo mediante la instalación de filtros de menor grado en la aspiración, como por ejemplo una combinación de dos filtros M5+F9. El orden de magnitud de los costes de los filtros previos en comparación con el filtro HEPA, sumado a la extensión de la frecuencia de sustitución del filtro HEPA, conlleva una reducción de los costes totales de mantenimiento.